Durante
los días de vacaciones que pasaron aquí mis sobrinas pequeñas, nos
reunimos una mañana para hacer pan, no fue la primera vez para ellas, ya lo habían hecho durante un
campamento, pero la masa estaba ya preparada y sólo le dieron forma.
Así
que empezamos desde el principio, mezclando los ingredientes y
amasando a conciencia por turnos.
Para 400 g de harina de fuerza, pusimos 250 ml de agua templada una cucharadita de sal y un sobre de levadura de panadería. Primero mezclamos todo con un tenedor y después amasamos con las manos, Dejamos subir la masa tapada con un paño de cocina.
Después le dimos forma, dos bollitos cada una y uno más que hizo su padre cuando al vernos, se animó a meter las manos en la masa.
Lo
pasamos estupendamente y el pan saló buenísimo, tierno y crujiente, preparamos una cestita y lo llevamos a casa
de mis tías que nos habían invitado a comer.
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