Pasta
quebrada
220
g de harina
90
g de mantequilla
1
yema
1
vasito de agua fría
1
cucharada de azúcar
1
pizca de sal
Poner la harina en una ensaladera, espolvorear con la sal y el
azúcar, añadir la mantequilla blanda en trocitos. Mezclar hasta
que parezca serrín, añadir la yema y el agua en tres veces,
formar una bola y dejar tapada en sitio fresco. Extender con un
rodillo y forrar los moldes, con el resto de la masa, recortar unas arandelas que serán las bases de las copas. Pinchar el fondo de las tartaletas con un
tenedor y conservar en frío mientra se hace el relleno.
Relleno
3
huevos
1
clara
120 ml de zumo de limón
250 g
de azúcar
200 ml
de nata
La piel rallada de un limón
Batir los huevos con el azúcar,
añadir la nata, el zumo y la piel de limón. Rellenar las tartaletas sin llegar al borde y cocer en el horno
precalentado a 180º durante 25 minutos. Dejar enfriar y
desmoldar. Cocer las arandelas unos 15 minutos.
Cubierta
200 ml de nata
1 cucharada de azúcar
Piel de limón rallada
Montar la nata bien fría con la cucharada de azúcar y conservar en el frigorífico hasta el momento de su utilización.
Montaje
Poner las bases en el plato de servir, colocar encima las semiesferas centrándolas bien para que guarden el equilibrio. Introducir la nata en una manga pastelera con boquilla rizada y hacer unos rosetones en el centro de cada copa. Decorar con un poco de piel de limón rallada muy fina.
Con estas cantidades salen doce tartaletas, con un buen tamaño para postre individual.