Ya había preparado florentinas hace años pero esta es otra receta, esta sacada de un librito que me regaló mi hija, dedicado al chocolate. Además de pasas y cerezas, lleva jengibre confitado y yo tengo una bolsita que me regaló mi hermana, ella estaba aquí de vacaciones, así que era la ocasión perfecta.
He seguido la receta pero he cambiado las pipas de girasol por ajonjolí.
Ingredientes
80 g mantequilla
75 g de azúcar
2 cucharadas de pasas
2 cucharadas de guindas
2 cucharadas jengibre confitado
2 cucharadas de nata
25 g de ajonjolí (en la receta, pipas de girasol)
100 g de almendras laminadas
150 g de chocolate
Picar las cerezas y el jengibre en trocitos
Calentar la mantequilla con el azúcar, removiendo hasta que se funda. Apartar del fuego y añadir la nata, harina y después las pasas las guindas, el jengibre, el ajonjolí y las almendras, mezclar bien con cuidado para que no se rompan demasiado las almendras.
Llenar unos moldes de tartaletas con una cucharadita de masa, que apenas cubra el fondo, tienen que quedar muy delgadas. También se pueden hacer sin molde poniendo cucharaditas sobre papel vegetal. Cocer en el horno precalentado a 180º durante 8 o 10 minutos, hasta que se doren.
Dejar que se enfríen y endurezcan antes de desmoldar
Fundir el chocolate al baño maría y cubrir la cara lisa de las galletas, cuando empiece a endurecer, marcar unas ondas con un tenedor. Conservar en frío hasta el momento de servir.
Quedan caramelizadas buenísimas, combinando perfectamente con la capa de chocolate negro, aunque dejé unas cuantas para ponerle chocolate con leche para quienes lo prefieren así. Salen tres docenas y sobra masa para tres o cuatro más.
Etiquetas: almendra, chocolate, frutas secas, galletas