Como todos los años, el 22 de agosto, se reunió toda la familia para desayunar (casi toda, faltaban mis dos hijos y dos sobrinas). Éramos veintiocho personas y dos bebés, no es que los bebés no sean personas pero no se cuentan al poner la mesa.
Yo preparé monkey bread, con tanta gente, tuve que hacer dos para que todos lo pudieran probar. De todas formas había otras muchas cosas ricas.
450 harina
1 huevo
75 g de azúcar
75 g de mantequilla
200 ml leche
30 g de levadura de panadería
Además:
40 g de mantequilla fundida
1/2 taza de azúcar moreno
1 cucharadita de canela molida
Desmenuzar la levadura en un poco de leche templada con azúcar hasta que esponje. Mientras poner la harina en un cuenco, echar la mezcla de levadura y hacer una masa blanda con la harina de los bordes dejar unos quince minutos, añadir el resto de los ingredientes y amasar.
Dejar en sitio templado hasta que doble el volumen. Amasar ligeramente y dividir en trozos de unos 30 g, formar bolas y pasarlas por la mantequilla fundida y después por la mezcla de azúcar y canela, colocar en el molde como se ve en la foto. Se deja subir hasta que doble el volumen.
Meter en el horno precalentado a 180º durante 35 o 40 minutos, hasta que se dore. Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Hay que esperar un rato hasta que esté templado, yo lo desmoldé inmediatamente después de sacarlo del horno y se desbarató totalmente, quedando cada bola por su lado. El que se ve en la foto es otro que repetí unos días más tarde para que lo probara una amiga y quitarme la espinita.
Estas cantidades son para este molde de tres litros de capacidad, yo preparé el doble para dos bollos, en el segundo sustituí la canela por Nesquik para que gustara más a los niños y también estaba muy bueno.
El monkey bread es una receta típica de Estados Unidos y la forma de comerla es arrancando las bolitas con la mano.
Etiquetas: azúcar moreno, bollería, canela