Octubre rosa

El día 19 de octubre y todo el mes en general, están dedicados a la lucha contra el cáncer de mama. Hace dos años el blog Amuses Bouche, nos proponía publicar una receta rosa el día 15 de octubre, en aquella ocasión, participé con una receta y este año he querido hacer lo mismo. Ésta es mi contribución.

Ingredientes

Bizcocho 
3 huevos 
70 g de azúcar 
40 g de harina de trigo
30 g de maizena 

En primer lugar, escurrir los albaricoques, poner el almíbar en un cazo y calentar hasta que espese, removiendo para que no se queme.

Batir las yemas con la mitad del azúcar, montar las claras con la otra mitad, añadir las yemas e incorporar la harinas tamizadas con con movimientos envolventes. 
Dividir la masa en dos partes y añadir a una de ellas una cucharada del almíbar reducido, si se quiere más intenso el color, poner una pizca de colorante rojo. 
Preparar dos mangas pasteleras con boquillas de tamaño aproximado, llenar cada una con la masa de un color. 
Forrar una bandeja de horno con papel vegetal. Dibujar en diagonal rayas paralelas, alternando los dos colores. Cocer en el horno precalentado a 180º durante 12 minutos. 
Una vez hecho, volcar sobre otro papel y despegar con cuidado el que tenía debajo, darle la vuelta de nuevo y enrollar mientras está caliente, dejando el papel como se ve en la foto. 

Mientras se enfría, preparar el relleno 

 
1 bote de albaricoques en almíbar de cerezas 
1 tarrina de mascarpone 
1 hoja de gelatina 
30 g de azúcar 

Hidratar la gelatina en agua fría.
Calentar el almíbar con el azúcar hasta que se disuelva, añadir la gelatina escurrida y dejar templar.
Mezclar suavemente con el mascarpone hasta que quede una crema lisa y sin grumos.

Montaje

Desenrollar el bizcocho, untar con la crema de mascarpone sin llegar a los bordes, poner los albaricoque alineados en uno de los lados largos como se ve en la foto y enrollar empezando por ese lado ayudándose del papel. Poner en el plato de servir con la unión hacia abajo y dejar enfriar por lo menos dos horas, cuando esté firme recortar los extremos para igualarlos. 

Se puede rellenar con cualquier otra fruta,  yo reutilicé el almíbar de unas cerezas que puse en una tarta, para cocer unos albaricoques, por eso tienen ese color tan rojo.