El miércoles por la tarde, tuve de alumno aventajado y único al nieto de mi hermana que tiene cuatro años. Extendió la masa con el rodillo, cortó galletas con los cortapastas y las decoró con glasa. Sólo después de haber terminado su trabajo preguntó: ¿Podemos sentarnos en el sofá y comer unas pocas galletas?
Luego salimos al parque, a correr y saltar durante una hora, le hacía mucha falta después de haber estado quieto tanto rato.
Guardamos las galletas en una cajita y se las dio a su mamá cuando vino a recogerlo. Hasta pronto.Etiquetas: galletas, glasa