Generalmente no preparo nada dulce para nosotros dos, lo que publico aquí, son los postres de la comida familiar que ahora hacemos los sábados. Y que se hacía los domingos cuando vivían mis padres, de ahí el nombre de este blog.
Pero... tenía un resto de copos de avena, a punto de caducar, este tipo de galletas nos encanta y no son muy apropiadas para postre. Así que no tuve mas remedio que hacerlas.
Ingredientes
60 g de copos de avena
80 g de harina
90 de azúcar moreno
50 g de mantequilla
1 huevo
2 cucharadas de semillas de girasol
1 cucharadita de semillas de lino
1 cucharadita de semillas de amapola
1 cucharadita de levadura en polvo,
1 pizca de sal
Mezclar el azúcar con la mantequilla blanda, añadir el huevo, después la harina tamizada con la levadura, las semillas y por último los copos de avena.
Forrar con papel vegetal una bandeja de horno y formar bolitas con una cuchara de helado para que salgan todas iguales, aplastarlas un poco si se quieren muy delgadas, yo no lo hago porque se extienden solas. Cocer en el horno precalentado a 180º unos 15 minutos, hasta que estén doradas.
Son unas galletas muy crujientes que se conservan así varios días, sólo hay que guardarlas en un recipiente hermético. Con estos ingredientes, salen unas dieciocho unidades. Es una receta muy fácil y rápida de preparar.
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