Bienenstich

El bienenstich es un dulce alemán de masa de levadura relleno de crema y cubierto de almendras. Es una tarta del tipo que gusta en mi familia y lo preparé para postre de la cena del sábado en casa de mi hermana.

La receta es del blog alemán die Rezept Schachtel, me atrae mucho la repostería alemana y ya he preparado algunas cosas sacadas de ahí.

La próxima vez (que la habrá) usaré un molde de diámetro mayor, ya que queda demasiado alta y sobra bastante crema. 

Masa
30 g de levadura
130 ml de leche
400 g de harina
100 g de azúcar
60 g de mantequilla
1 huevo
1 paquete de azúcar vainillado
1 pellizco de sal
La ralladura de medio limón

Desmenuzar la levadura en un poco de leche templada con una cucharadita de azúcar y esperar hasta que esponje. Mientras poner la harina en un cuenco, echar la mezcla de levadura en el centro, hacer una masa blanda con la harina de los bordes y dejar reposar unos quince minutos. Añadir el resto de los ingredientes menos la mantequilla, amasar, dejar descansar unos minutos y añadir la mantequilla blanda. Seguir amasando hasta que esté totalmente integrada, cubrir con un trapo limpio y dejar en sitio templado hasta que doble el volumen.

Aplastar la masa para quitar el aire y formar una bola. Preparar un molde desmontable de 25 cm con papel vegetal en la base. Extender con el rodillo hasta obtener un círculo del mismo tamaño que el molde. Colocar en el fondo, tapar con un paño y dejar reposar mientras se prepara la cobertura.

Cobertura
50 g miel
100 g de azúcar
2 cucharadas (30 g) de nata
75 g de mantequilla
100 g de almendras laminadas

Calentar en un cazo la miel, el azúcar, la nata y la mantequilla hasta que hierva, apartar del fuego y añadir las almendras, mezclar suavemente para que no se rompan. Dejar templar y repartir por encima de la masa. Cocer en el horno precalentado a 180º durante 40 o 45 minutos. Desmoldar enseguida, antes de que solidifique el caramelo. Poner a enfriar sobre una rejilla. 

Relleno

500 ml de leche
1 paquete de flan
125g de azúcar
2 huevos
6 hojas de gelatina
500 ml de nata

Sumergir la gelatina en agua fría.

Poner la leche a calentar en un cazo hasta que hierva.

Batir el huevo con el azúcar. Desleir el flan con un poco de leche fría y mezclar con el huevo. Colar.

Echar la leche hirviendo sobre la mezcla de huevo y poner a fuego lento moviendo sin parar hasta que espese. Apartar del fuego y añadir la gelatina escurrida batiendo bien.

Pasar a un cuenco y tapar con plástico de cocina, dejar que se enfríe.

Montar la nata que estará muy fría y añadir poco a poco a la crema con movimientos envolventes.

Montaje

Colocar el aro del molde en el plato de servir y rodear con una tira de acetato. Abrir la tarta por la mitad, colocar dentro del molde la mitad inferior y rellenar con una buena capa de crema. Meter un rato en la nevera. Mientras, se corta la mitad superior en 12 porciones con un cuchillo de sierra, cuesta un poco porque las almendras están caramelizadas y al enfriar, han endurecido. 

Colocar las porciones sobre la crema, rehaciendo el círculo.

Guardar de nuevo en la nevera durante tres horas. Quitar el aro y el acetato con cuidado.

Resulta una tarta buenísima. La cubierta crujiente de almendras caramelizadas con sabor a miel, combina perfectamente con el relleno de crema, muy suave y poco dulce.